¡Ya sé! ¿No?
!Sí!
¿Sí?
¡No! O sea, SÍ a tú NO.
Hay momentos en los que ya estamos tan acostumbrados a decir que no, que incluso después decimos que sí suponiendo que sabrán que les estamos afirmando su suposición inicial.
Un completo y total enredo, y éso sucede con más frecuencia de lo que creemos, incluso en personas de las que más cerca estamos.
Cuándo ya tenemos una edad, y pasa que nunca hemos usado anteojos, tenemos una fuerte negación a creer que éso nos pueda suceder a nosotros, ¿cómo es que si yo estaba bien, ahora no puedo ver las cosas de cerca, para leer? ¿Por qué ahora me duele tanto la cabeza después que paso rato leyendo o viendo el computador?
¡Éso fue de la noche a la mañana!
Y les digo señoras y señores, qué no es así. Qué no es de la noche a la mañana, ¡éso es normal!
No estamos enfermos, no tenemos nada de que preocuparnos, solo de ocuparnos y tener un mínimo de información.
Voy.
El cristalino es como un lente de contacto elástico por el que pasa la luz que permite formar los objetos en la retina, lo que hace que veamos las cosas tal y como las vemos.
Con el paso del tiempo ése lente de contacto va perdiendo la elasticidad, se va endureciendo y poco a poco sin darnos cuenta va opacando las cosas que tenemos cerca y llega un momento que es cuando lo percibimos, cuando nos damos cuenta que ya las cosas tenemos que tenerlas más lejos de lo normal para poder verlas bien, para poder leerlas.
Éso se llama PRESBICIA, endurecimiento y pérdida de la elasticidad del cristalino, lo que hace que no podamos ver perfectamente bien de cerca, y las letras a corta distancia se transformen en un montón de hormigas revoloteando el cuaderno o lo que sea que estemos leyendo.
No pasa nada, sólo hay que ocuparse y éso es HACIÉNDOSE UN EXÁMEN DE LA VISTA para adaptarse Lentes Ópticos y poder volver a ver bien de cerca, tal cual como cuando teníamos 20 años.
Antes de continuar, te invito a que me dejes cualquier duda o consulta que tengas, dándole click al botón de abajo que te llevará a una landing, en la que tienes que leer lo que ahí te cuento para que veas si vas a querer o no unirte a una lista de correos.
Hace como una semana, Summer, de 10 años y su mamá, Autum, vinieron a hacérse sus lentes (les quedaron fue bellos, pa que les digo que no) y cada una tenía una dificultad diferente.
Les cuento:
Ella, la niña, desde hace días le decía a su mamá que tenía que sentarse en los pupitres de adelante en su salón de clases porque no veía bien el pizarrón desde atrás, veía todo borroso y al principio no le dió importancía como todo niño, y se sentó adelante. Así varios días hasta que empezó a darle importancia, ¿por qué tengo que sentarme adelante si hay gente atrás que no tienen problemas y yo sí? Se preguntaba ella, y se lo dijo a su mamá.
Autum le dijo: a mi me pasa éso mismo, y desde hace tiempo veo borroso y también me duele mucho la cabeza.
Summer, miopía. Autum; miopía y astigmatismo.
La miopía es una deficiencia visual que se manifiesta cuando los rayos de luz que atraviesan el cristalino se unen en un punto de refracción antes de la retina (lo normal es que se junten en la retina para que se vean las cosas como debe ser) lo que dificulta su perfecta visión de los objetos que se encuentran distantes – vamos, gente, problemas para ver las cosas bien de lejos, pero de cerca se ven bien, bien-.
Astigmatismo: Deformación muy pronunciada de la córnea que impide ver los objetos tanto de lejos como de cerca bien, es decir, además de verlos borrosos, los vemos deformados o extraños y que además, produce unos molestos y constantes dolores de cabeza.
Lo que significa que, diferente a la presbicia que vimos un poquito más arriba, éstas deficiencias visuales mencionadas, se presentan desde muy temprana edad y qué, casi siempre, son hereditarias, es decir, que un familiar ya padece algo parecido.
Cualquier cosa, lo que no te haya quedado claro, escríbeme al correo (ya sabes, en el botón de arriba) o directamete a éste WA y charlamos.
¿Eres Auxiliar de Óptica o Vendedor?
Cada vez que atiendo a alguien en mi óptica me dicen que porqué no tengo mi espacio físico y les miento, de verdad, en serio, les digo que por falta de tiempo, pero en verdad lo que más tengo es tiempo, pero me gusta atenderlos online y no por falta de ganas tampoco, me encanta ayudar a quien lo necesite, y con la verdad, -no le miento ni a mi ex diciéndole que la extraño y ésas cosas- pero online se hace también o se dá una buena asesoría, y es mejor para ellos, en serio.
A lo que voy.
Durante o después que los atiendo, me queda la sensación de que poco o nada sabían de su deficiencia y de lo que en realidad tenían que usar, de lo que les resultaba más efectivo y que, porsupuesto, les durara más tiempo (en cuestión de lentes hay que asesorar con la verdad y de lo que sea más duradero en el tiempo, ya que es lo mejor para sus bolsillos, teniendo en cuenta que lo que tienen es de por vida y siempre hay que promocionar el ahorro en tus clientes, SIEMPRE), de lo que tienen o lo que creen tener, porque nunca los asesoraron así. Me gusta, me gusta ser el primero. Siempe me ha gustado porque es muy bueno ser el primero, quedas en su mente para siempre, y éso siempre es bueno.
La sinceridad y honestidad es lo que te garantizará el éxito en ésta profesión (y en muchas cosas más, pero hasta allá no me meto, respeto las costumbres de cada quién) porque el cliente te lo sabrá agradecer y es lo mejor de éste negocio, la satisfacción y emoción del paciente que ayudaste.
Bueno, señores y señoras auxiliares:
Además de vender con la verdad, sin engaños; no aproximen las fuerzas.
Existe una práctica común que consiste en que se aproximan las fuerzas de las recetas de los pacientes porque tienen dioptrías bajas o altas, puede ser las dos, y para salir del paso, o por creer que no pasará nada, se aproximan las fuerzas, es decir, que no hay en stock o en el almacén la dioptría correcta y se le coloca una parecida, otra vez, es decir, una cercana a la que en realidad es.
Y aunque sea -0.25 por encima o por debajo, no lo hagan, no aproximen, aunque el paciente no lo note y nunca lo sepa, perderán ése paciente porque ésa acción los enviará a otro sitio donde le dirán que no es la fuerza correcta y aunque no lo diga o lo perciba, algún día saldrá a la luz.
Lo hice, de verdad, alguna vez lo apliqué y de verdad, en el momento me solucionó y me hizo cobrar la comisión y el cliente aparentemente se fue contento porque no lo notó, pero más adelante si lo supo. Éso pasa. No lo hagan. ¡Hagánme caso!
Por cierto:
Debajo te dejo un botón que te lleva directo a mi whatsapp, escríbeme y dime que eres vendedor de óptica y que no sabes trasponer y te enseño, éso te va a ayudar a leer las recetas de una vez y más rápido (y acertada)
Y aquí para que me dejes tu email y recibas todos los días historias que, casi seguro, habrás escuchado o que escucharás más adelante en tu óptica o en la que trabajes.
Otra cosa que los auxiliares deben saber es trasponer. Los Tecnológos Médicos, mención Oftalmología a a veces hacen las recetas con los cilindros positivos y los vendedores (casi) siempre se equivocan en interpretar las recetas, desconociendo que cuando el cílindro es positivo hay que hacer la ecuación matemática con la esfera y sumarle o restarle los grados al eje como corresponda.
Te lo explico al detalle en el WhatsApp.
Ya para irme y dejarte seguir disfrutando de ésta página tan fea y llena de conocimiento, una última cosa:
Me llamo Ender Juvencio y te voy a ayudar en lo que sea que necesites para vender o comprar Lentes Ópticos, ¡más sobre mí que ése no hay!
Un abrazo!